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25 Sep | 2025

Confirmamos el uso del biomarcador p-tau217 en sangre para detectar el Alzheimer en fases iniciales

Detectar la enfermedad de Alzheimer en sus fases más tempranas es clave para poder aplicar estrategias preventivas y optimizar los nuevos tratamientos que actúan sobre las proteínas que causan la enfermedad. Un estudio internacional, liderado por la Universidad de Lund (Suecia), en el que ha participado el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, ha demostrado que un análisis de sangre basado en el biomarcador p-tau217 permite identificar de forma eficaz a personas sin deterioro cognitivo pero con acumulación de beta amiloide, una de las principales alteraciones cerebrales características del Alzheimer. 

La publicación, liderada por la Dra. Gemma Salvadó, responsable del grupo de neuroimagen del BBRC, ha contado también con la participación del Hospital de Sant Pau y 12 cohortes independientes de Europa, EE. UU., Canadá y Australia. La investigación, publicada en la revista JAMA Neurology, se ha llevado a cabo gracias a las muestras de 2916 participantes sin síntomas de deterioro cognitivo, entre ellos, 395 adultos cognitivamente sanos de la cohorte ALFA+, que forma parte del estudio ALFA del BBRC, impulsado por la Fundación "la Caixa”.

Los resultados de este estudio se suman a las evidencias actuales y refuerzan el potencial de los biomarcadores en sangre como herramienta de detección precoz de la enfermedad. Concretamente, el trabajo muestra que la detección de p-tau217 en plasma ofrece una precisión del 81% para identificar correctamente la positividad a beta amiloide, lo que sugiere ser un buen método de cribado para seleccionar participantes para ensayos clínicos. Además, cuando se combina con una segunda prueba de confirmación (un escáner PET o análisis de líquido cefalorraquídeo), la precisión aumenta hasta el 91%.

Este enfoque en dos pasos resulta altamente eficaz para reducir los falsos positivos y, al mismo tiempo, disminuye de forma sustancial el coste y la carga para los pacientes, ya que evita tener que realizar sistemáticamente pruebas invasivas o costosas a todas las personas, reservándolas únicamente para los casos en los que la prueba sanguínea sugiera un riesgo elevado de la patología. 

“Estos resultados refuerzan la utilidad del análisis de sangre con p-tau217 como herramienta de cribado inicial en personas sin síntomas, especialmente en un momento en que los ensayos clínicos y los tratamientos modificadores de la enfermedad requieren identificar casos muy iniciales”, explica la Dra. Gemma Salvadó, autora principal del estudio e investigadora principal del grupo de Neuroimagen en el Barcelonaβeta Brain Research Center.

Un biomarcador clave para la intervención temprana y la selección de participantes en ensayos clínicos

La enfermedad de Alzheimer afecta actualmente a más de 55 millones de personas en el mundo. Las terapias dirigidas contra la proteína beta amiloide han mostrado beneficios en fases sintomáticas, aunque todavía modestos. Por ello, el foco de la investigación se sitúa ahora en la detección precoz y la intervención en fases preclínicas, cuando la patología está presente pero aún no se han manifestado los síntomas.

Los biomarcadores en sangre representan una alternativa más accesible y escalable frente a pruebas invasivas como la punción lumbar o costosas como la tomografía por emisión de positrones (PET). Entre ellos, la proteína p-tau217 se ha consolidado como el marcador más preciso para detectar la patología del Alzheimer.

En este estudio, se evaluó un flujo de trabajo diagnóstico en dos pasos: primero un cribado inicial con el biomarcador plasmático p-tau217, y posteriormente, en los casos necesarios, una confirmación con PET o análisis de líquido cefalorraquídeo. Este enfoque permitió reducir en más de un 40% la realización de estas pruebas invasivas y costosas en comparación con un procedimiento que prescinde del cribado en sangre, sin comprometer la fiabilidad diagnóstica.

Los autores del estudio señalan que todavía es necesario seguir investigando para establecer puntos de corte fiables y generalizables del biomarcador en sangre, así como validar los resultados en poblaciones más diversas. No obstante, los hallazgos ponen de relieve la utilidad clínica del p-tau217 en plasma como herramienta de cribado para la detección temprana del Alzheimer, la selección de participantes en ensayos clínicos y, en el futuro, para guiar el acceso a tratamientos modificadores de la enfermedad. Además, combinada con la evaluación cognitiva, esta prueba sanguínea se perfila como una estrategia de cribado eficaz tanto en la atención primaria como en la especializada.

Artículo de referencia: Salvadó G, Janelidze S, Bali D, Orduña A, Therriault J, Brum W, Pichet A, Stomrud W, Nattsson-Carlgren N, Palmqvist S, Coomans E, Teunissen C, van der Flier W, Rahmouni N, Benzinger T, Domingo J, Blennow K, Doré V, Feizpour A, Rowe C, Alcolea D, Fortea J, Villeneuve S, Johnson S, Rosa-Nieto P, Petersen R, Clifford J, Shindler S, Suárez-Calvet M, Ossenkoppele R, Hansson O, ADNI, ALFA and PREVENT-AD Study Groups. Plasma Phosphorylated Tau 217 to Identify Preclinical Alzheimer Disease. JAMA Neurol. September 15, 2025. doi: 10.1001/jamaneurol.2025.3217